Elijo casi por regla lo que hace bien al alma, al espíritu. Elijo el afecto mas que cualquier cosa. Elijo aprender siempre, enseñar cuando puedo. Elijo sonreír cuando quiero, y llorar sola por que soy débil. Elijo bromear hasta que me toman en serio. Elijo pocas cosas como prioridad para poder ser consecuente. Elijo a quienes me elijen por que aprendí a ser agradecida del afecto. Elijo ver mas allá de lo que se ve. Elijo agotarme pensando opciones antes de elegir.
A veces elijo desafiar el destiempo, buscar intersecciones que lo engañen.
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Por que el destiempo no es mas que la esperanza de la llegada próxima del tiempo.
El tiempo y el destiempo van de la mano, cuando es tiempo de una cosa, es destiempo de otra, y así sucesivamente. Tiempo y destiempo nos hacen bailar al son de una improvisación perfectamente planeada.
Todos tenemos a alguien a destiempo, amores a destiempo, amigos a destiempo, familia a destiempo. Algo a destiempo, un trabajo a destiempo, un hobby a destiempo. Ropa a destiempo, sentimientos a destiempo, música a destiempo, colores a destiempo, juegos a destiempo.
Destiempo: es una intriga saber si es que aun no es tiempo de eso en cuestión, o ya ha pasado su tiempo.
Creo que la clave es oscilar para que el tiempo y el destiempo se crucen, mas tarde o mas temprano.
