viernes, 20 de mayo de 2016

Hoy, que es viernes, y se filosofa...



... hace tanto que no escribo, y hay tanto por contar. comí rápido, creo unos sanwiches de queso, de fondo suena Perota Chingo, y mis gatos están corriendo por todos lados, cada tanto me saltan, pero aun no reclaman la hora de dormir.

SER (libre) fue en un tiempo la gran meta de mi vida, aun, de algún modo lo sigue siendo. lo es.
Pero veo los mojones de mi vida ( y mojón es un momento clave en un guión, son lugares por donde la historia debe pasar)

¿Quien era hace un año? ¿ y hace dos? hace tres años escribía sobre Revoluciones. revoluciones internas, personales. hoy escribo sobre revolución y pienso en Ma. Antonieta, ( y volví a ser alumna, y eso merece una entrada aparte, ser alumna, ya siendo profe es tan dichoso)

Claramente hay cosas mías que son esenciales e inamovibles.
Pero lo que fue mutando, muto realmente o simplemente: se ilumino. y antes era, pero no se veía.
Y si, claramente estoy influenciada por Filosofía. Los viernes curso Introducción a la Filosofía  y vuelvo deseosa de escribir. Hoy mas que ningún otro día, hoy quiero que conste en actas mi amor por las ideas de Platón, y el enojo visceral que me genera Aristóteles. ¿ Como es que el rojo, no es un ente en si mismo? ¡Como es que el rojo es un accidente! Pero por favor, que manera de hacerme enojar.

Existe el Rojo, y los rojos, existe el rojo ideal, allá en el nivel mas alto de lo inteligible, un ser rojo, que es la esencia misma de todos, que es la verdad sobre el rojo,  que después es reflejado en todos los rojos que somos... rojos. Reflejos rojos, mi investigación esta llena de reflejos rojos.

Si no existe El rojo, entonces me van a querer convencer acaso de que no existe:  ¿El Amarillo? eso es inaceptable, hay un amarillo, mas allá de cualquier dios, mas allá de cualquier mundo ideal, que es EL amarillo que los amarillos pueden ser. mi vida toda, se basa en ver lo que los amarillos son, pero no se dan cuenta, en ver lo que son en potencia, y aun no ha sido iluminado. los amarillos que son luz, la luz, eventualmente se iluminan.

Estos dos colores me bastan para dar mi opinión sobre la incompatibilidad de las exposiciones de Aristoteles con mi teoría.
No me pidan que cite, lean La República de Platón, lean Metafisica de Aristóteles, y léanme a mi, y al libro que aun no escribo.

Mi profesor me clasifico de platónica, ¿Como no serlo? como no creer que hay algo, que no es tangible que es la perfección, y la verdad en estado puro, la representación mas ideal de cada color, que es algo que no todos podemos acceder de un momento a otro.

Como no sentirme dolida en lo mas profundo de mi alma, cuando me dicen que mis frases se vuelven oscuras, soy platónica, busco la luz, la luz a través de tantos sentidos, inclusive del color, y del color en las personas y de las palabras dichas o escritas.


Así con este descargo breve, pero conciso, me voy a dormir, de fondo suena Debora de Corral, mis gatos me esperan en la cama, y yo ya quiero irme a soñar (te)... por que siempre sueño, las letras pueden cambiar, pero... lo cierto es que siempre hay una letra con la que soñar, pero... eso, es un cuento para otro día.