Eran para una de las personas que mas me hizo pensar en los últimos años... Una alumna... que fue alumna maestra... amiga...espejo. Una persona que llego para modificarme, nunca llego a leer estas palabras, como tantas otras que le dedique, muchas de las cuales ya transcribí a este blog. Siempre que la cruzaba me quedaba pensando en algo... tremendamente inspiradora.
Hoy los generalizo...
Aquí transcribo... uno o dos años mas tarde...
No se si específicamente escribiré sobre hechos puntuales, o sobre mi filosofía de vida que me salva de los enojos.
Se que muchas, varias, unas cuantas veces puedo parecer enojada, otros pueden verme y leerme como si así estuviese.
Por un hecho insólito y fortuito ... te invito a mi backstage.
Si lejos estoy del enojo, cuando parezco enojada...¿que pasa por mi cabecita ?
Bifurco... por un lado mi parte visceral mezcla todos mis sentimientos, los mezcla los exalta, y mi racionalidad organiza se aleja de la situación y empieza a analizar todo.
Con los años he aprendido a no enojarme, por que comprendí que nada bueno surge del enojo, y cada situación trae algo positivo para aprender, para crecer, para evolucionar.
Entonces, hago una lectura de lo sucedido, y ya! me gusto o no lo que veo, lo acepto, lo analizo, saco conclusiones y obro en consecuencia.
Es muy difícil explicar con palabras, lo que me llevo años comprender.
Pero hago el intento, hago el esfuerzo, para mi todos hacemos elecciones, todo el tiempo, somos libres de elegir y estamos eligiendo consciente o inconscientemente todo el tiempo. Elegimos caminos actitudes hechos personas cosas.Elegimos algo y dejamos de elegir mil cosas.
Cuanto mas conscientes somos de esas elecciones mas dichosos, plenos podremos ser. La vida es una elección constante de pequeñas y grandes cosas.
No todo es tan simple, no siempre podemos elegir lo que mas queremos, a veces elegimos lo que queremos, lo que podemos,lo que debemos, lo que creemos querer, lo que menos mal nos hace, lo cómodo,lo facil, lo seguro.
Lamentablemente no siempre se elige lo mejor.
Pero si utopicamente todos pudieramos saber al menos cual es nuestra mejor opción. ¡Cuan distinto seria todo! y acá viene la parte complicada de mi pequeña y humilde teoría de vida.
Si todos estamos eligiendo cosas al mismo tiempo ¿que pasa con las elecciones de otros que afectan las nuestras? Un poco de ahí viene elegimos lo que podemos. Priorizamos algunas elecciones en favor de otras.
A mi por ejemplo me encantaría ver nevar en mi ventana, elegiría eso para cada amanecer. Pero lo cierto es que para esa elección debería mudarme. Y entre ver nevar en mi ventana y vivir donde vivo, priorizo y elijo vivir en Ballester antes que ver nevar. No es que no pueda, ni quiera ni deba es que hay otra elección mas importante que pesa mas. Priorizo una elección por otra.
Un poco también pasa eso cuando otros anulan mi elección.
He aprendido también a elegir o no elegir teniendo en cuenta mis elecciones como prioridad, aun cuando pueda entender las consecuencias en otros.
Tal vez con todo esto te arme una ensalada gigante, creo que no, espero que no.
Me siento traicionera con el tiempo, como si contándote todo esto te contara algún secreto del universo.
Lo escribo igual, por que comprenderlo no es igual a llevarlo a la practica, entonces por mucho que yo diga no ayuda en tu camino, y si ayuda mejor aun, si te ahorro un par de problemas que el universo sepa comprenderme.
Debes estar preguntando adonde quiero llegar...
Quisiera llegar a ese punto en donde comprendas como razono el mundo.
No podría ni querría, ni elegiría entonces enojarme por las elecciones que los demás realizan conscientes o no de ellas. Si yo elijo algo y los demás no lo eligen, no puedo enojarme, ni responsabilizarlos por eso. Por que entonces me sentiría una falacia ante mi.
Creo en la buena voluntad de las personas, creo que nadie pero nadie elije como prioridad algo para molestar, enojar, herir a otro. Aunque cada elección que hacemos puede afectar positiva o negativamente a quienes nos rodean, y por mucho que intentemos preveer las consecuencias a veces hay puntos ciegos.
A su vez todos tenemos la libertad de reaccionar lo mas honestamente a nuestro sentir. Como queramos como nos salga. A fin de cuentas hay cosas que no podemos elegir, lo que inesperadamente nos alegra, entristece aquellas pequeñas cosas que nos hacen bien, o esas coas que nos sacuden y no nos hacen sentir nada bien. Esas cosas suceden sin mas, podemos luego elegir conservar o no esas acciones propias o ajenas, a esas personas, esas situaciones.
Podemos esas acciones de otros analizarlas entenderlas verlas desde todos los puntos de vista posibles.
Podemos un poco, ponernos en el lugar del otro, casi como un juego ¿que hubiésemos hecho? ¿por que eligieron lo que eligieron? ¿que hay detrás de cada elección?
Aprender a elegir tiene que ver también con aprender a hacerse cargo, ser responsable de eso que elegimos, para bien o para mal, elijo tal cosa, y tal otra por tal razón, y tal motivo, hubiese querido elegir esto otro pero...no pude ser. Ser responsable de las elecciones propias, es un sigo de madurez que admiro, respeto y me siento orgullosa cuando la encuentro en otros.
Celebro que ante las elecciones de otros que descartaron anularon las tuyas, te hagas cargo.
Pero ojo, solo podemos hacernos cargo de las elecciones propias, cada uno elije por motivos absolutamente propio y solo podemos entender, comprender, justificar, describir las elecciones de cualquiera, pero solo podemos ser responsables por nosotros mismos.
Como tengo la capacidad de comprender la razón de las elecciones de otros ( a veces) las acepto, por que un poco eso es la vida ¿no? aceptar que las elecciones de otros son lo mejor que pueden, a pesar de que pongan en jaque muchas otras elecciones que haremos en el futuro.
Despues de todo debemos replantear nuestras elecciones cuando la de los otros nos afectan, si no nos gustan, si se sienten negativamente espantosas.
...
Y generalmente todas mis elecciones son conscientes y espontaneas (que ni tanto) pero a veces suceden cosas (propias o ajenas) que me hacen replantear todas absolutamente todas mis elecciones, y por lo general son estupideces tan grandes que me ...¿? afectan, duelen. Hacen que me endurezca por fuera y me vuelva frágil por dentro.
Faltaría decir tantas cosas con relación a este mismo tema... pero por ahora lo guardo...
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