(Erase una vez 2010... erase una vez dos alumnas una roja... una amarilla...para ellas este fragmento )
Despues de tantos años de ser roja, y conocer rojos,es la primera vez que puedo compartir ser roja amiga de un amarillo. Es genial de verdad por que nadie como un rojo entiende o podría entender lo que digo, pienso , escribo/ ... Aun sin saber bien que es ser rojo, pero lo intuye, lo siente, y me sentaría horas a hablar, a contarle todo, y a escuchar todo lo que tiene para agregar a mi teoría. Rojo que no duda, ningún rojo puso a prueba mi loca teoria, todos los rojos aceptaron con gusto su color. Pertenencia, sentido de pertenencia eso tenemos los rojos,no es ser creídos no es ser mas que los otros es aceptar lo que somos y llevarlo a otro nivel. Somos lo que somos y eso nos alegra, no querríamos ser otra cosa de lo que somos. Ni mas ni menos, pero eso si, vamos a querer ser los mejores. Eso es de rojos: querer ser mejores. Que los demás lo lean como quieran ¡que mas da! nosotros sabemos nuestra verdad y eso la mayoría de las veces nos basta.
Horas para preguntarte tantas cosas, para advertirte, para contarte que ser rojo es lo mejor que puede pasarte pero a veces no es lo mejor que puede pasarle a otros. Somos mucho,tenemos que aprender a dosificarnos para no agotar, para no saturar para que nos e cansen de nosotros, y nos sintamos dejadas de lado, no queridas, poco importantes. Decirte que cada herida va a doler de una forma dramática pero que somos mas fuertes cuando empiezan a sanar. Siempre vamos a tener heridas a medio sanar... pero en algún momento nos acostumbramos. ¿Que mas le diría a un rojo? que aprenda a abrir las puertas de su alma, por que las corazas son como un caparazón que nos acompaña siempre, pero aprender es aprender en todo sentido, a quien si y a quien no. Por que a veces pecamos de confiados, creemos en lo mejor de las personas. Es inevitable, pero no lo es la exageración con que nos brindamos.
Mucho mucho para decirle a un rojo.
¿y a un amarillo que le diría? ja que no todo es lo que parece, que nosotros los rojos vamos a aprender a no quererlos tanto y a pelear de vez en cuando en broma (aunque detestemos hacerlo) y vamos a ofendernos una y mil vces y mas de una vez va a parecer los malos de la película, sí son amarillos van a pasar por fríos insensibles, desconsiderados, pero en realidad no importa lo que hagan, por mucho que pueda eso dolernos, los rojos estoy casi segura nacimos para ser incondicionales a los amarillos. Pueden derribarnos el mundo, sin darse cuenta, y aun asi van a ser lo que un rojo quiere cerca. y no es por que nos guste sufrir, es por todo lo otro, por todos esos momentos en los que el amarillo acepta ser cálido y comparte el mundo, la risa, los miedos, los secretos, la dicha y nos hace sentir importantes. Amarillos! el ¨antes muerta ¨ es por que el amarillo es el talón de aquiles del rojo, no es que no quiera decirte que es ser amarilla, es que para contarte tendría que decir, no hay nada que un amarillo no pueda conseguir de un rojo. Son nuestra debilidad, no es que sean preferidos, si pudiesemos elegir, nose..., sí lo se seguiríamos eligiendo proferirlos con o sin ganas, un amarillo aparece y el rojo deja de ser quien fue, para ser de otra forma. El amarillo transforma al rojo¡que se yo por que! llegan nos hacen creer que no nos van a querer, después nos regalan tres sonrisas, dos mimos y ya no hay vuelta atrás se instalan en el mejor lugar de nuestro alma para controlarlo todo, de reojo. No hay otra explicación, ni siquiera se dan cuenta, nosotros querríamos decir que no, pero simplemente no podemos.
Los rojos tenemos la necesidad de malcriar amarillos, de darles todos los gustos, de quererlos, de que nos quieran y que entiendan lo especiales que son, por que ustedes no creen en ustedes, nosotros somos sus mejores jefes de prensa, sus mejores espejos, vemos lo mejor de ustedes in titubear, y ustedes creen que los admiramos, que los sobrevaloramos, los idealizamos, no, no se confundan ustedes tardan en entender lo valiosos que son, nosotros no tenemos la culpa de ser buenos en reconocer sus virtudes.
Amarillos que no entienden el exceso de afecto, por que ustedes nos van dando cariño a cuentagotas, y eso hace que cada abrazo sea un triunfo para nuestro ego.
Los rojos hablamos mucho cuando tenemos poco para decir, y cuando tenemos mucho por decir hablamos poco, ¡como nos cuesta hablar de nuestros sentimientos!
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